La sonda Juno, de la Nasa, entrará en la órbita del rey de los planetas el próximo 4 de julio.
Se dice que si este gigante hubiera acumulado un poco más de masa
habría llegado a ser otro Sol, haciendo de nuestro sistema uno binario.
De haber ocurrido esto, la probabilidad de vida en la Tierra habría sido
casi nula por causa de la radiación.
Júpiter, el quinto planeta del Sistema Solar y el primero de los
exteriores o gaseosos, es el más más grande de nuestro vecindario. Tiene
casi dos veces y media la materia de todos los otros planetas juntos y,
como el Sol, está compuesto casi enteramente de hidrógeno y helio. Su
formación se dio cuando el gas y el polvo que resultaron de la formación
del Sol se unieron en una gran esfera, tan masiva que su gravedad hace
que se contraiga. Incluso hoy, 4.500 millones de años más tarde, Júpiter
sigue reduciéndose.
Es un planeta fascinante y asombroso para la ciencia: tiene
al menos 67 lunas y una enorme mancha roja, de más de dos veces el
tamaño de la Tierra, que es la mayor tormenta conocida hasta hoy. Lleva no menos de cuatro siglos azotando a este planeta.
Nueve misiones espaciales han explorado al rey de los planetas. Las
Pioneer obtuvieron detalles de su atmósfera y de su mancha roja; las
Voyager tomaron imágenes del planeta y sus satélites; Galileo fue más
cerca y envió una sonda para estudiar temperatura y velocidad de
vientos; Ulysses hizo mediciones del campo magnético, y Cassini y New
Horizons lo sobrevolaron en su paso rumbo a Saturno y Plutón,
respectivamente.
En la mitología griega y romana, Júpiter dibujó un velo de nubes
alrededor de sí mismo para ocultar lo que hacía, y solo su esposa, la
diosa Juno, pudo mirar a través de las nubes para revelar la verdadera
naturaleza de Júpiter. De ahí que se bautizara Juno a la misión de la
Nasa que entrará en la órbita del gigante el próximo 4 de julio. Es
la primera que llega a ese mundo abasteciéndose de energía solar.
Durante dos años, permanecerá dándole vueltas, de polo a polo, para
estudiarlo.
En diálogo con EL TIEMPO, la colombiana Adriana Ocampo Uria,
geóloga planetaria y ejecutiva del programa New Frontiers de la Nasa
–del cual hace parte Juno- habló de esta misión, lanzada el 5 de agosto
del 2011, que centrará la atención del mundo este año.
¿Qué busca la misión Juno?
El objetivo es llegar a una de las preguntas más básicas: cómo se
formaron el Sistema Solar y sus planetas. Incluso, se espera obtener
información sobre el papel que tuvo Júpiter para que se diera la vida en
la Tierra. Se dice que pudo traer la molécula de agua para que el campo
gravitacional de la Tierra la absorbiera, porque se piensa que ese
planeta actuó como una ‘licuadora’ en el proceso de formación del
Sistema Solar y trajo de afuera esas moléculas para integrarlas
(Infografía:'así funciona Juno, la misión que estudiará Júpiter').
También se estudiarán las espectaculares auroras…
Será la primera vez que orbitaremos Júpiter de forma polar, por eso
vamos a tener una excelente oportunidad de ver los mecanismos que
producen las auroras, que en ese planeta son las más grandes del sistema
solar. Por su sistema atmosférico extraordinariamente dinámico veremos
esa gran mancha roja, que se ha ido encogiendo.
¿Por qué llama a esta una misión ‘verde’?
Porque será la primera vez que la humanidad se ponga alrededor del
planeta más grande del Sistema Solar con energía abastecida por paneles
solares. La nave tiene tres, cada uno con una longitud de cuatro metros,
y hay uno que al final tiene el magnetómetro, por lo que se extiende
casi metro y medio más. Esa energía solar se transfiere a electricidad y
abastece la nave y su carga útil, es decir los instrumentos científicos
que lleva.
¿Qué pasará el próximo 4 de julio?
Ese día será la llegada. En el momento de la inserción se prenderá el
motor principal de la nave, que ayuda a que esta sea capturada por el
campo gravitacional de Júpiter y entre en su órbita. La maniobra se
iniciará a las 20:18 (hora de Los Ángeles, 22:18 hora colombiana) y se
extendería hasta las 20:53. Toda la secuencia está programada y solo
queda esperar que se efectúe dentro de lo planificado.
¿Qué viene luego?
El monitoreo de la maniobra y la señal de confirmación de que se
realizó bien y dentro de las horas indicadas. Pasadas las 21:30, hora de
Los Ángeles (23:30, hora de Colombia), se tendrá esa confirmación y de
ahí se hará una rueda de prensa.
Ahí quedará en órbita…
Si todo va bien, empezamos a bajar la órbita. Empezamos con una que
va a tomar 53 días dar una vuelta alrededor del planeta y, poco a poco,
hasta finales de agosto empezamos a recibir información científica con
los instrumentos calibrados. En el punto de inserción los instrumentos
van a estar apagados, y se vuelven a prender cuando ya se está
orbitando. La órbita final va a tomar 14 días y vamos a estar haciendo
esto por cerca de dos años.
¿Cuáles son los riesgos que se corren?
El riesgo más alto, después del punto de inserción, es el gran campo
de radiación que tiene Júpiter y cómo los subsistemas electrónicos
pueden sobrevivir a esa radiación, muy maligna para los instrumentos.
Desde ese momento las alas, de 8 metros de diámetro, que se extienden
casi a 10 metros si se cuenta el tamaño de la nave, van a sentir la
fricción, por eso es una maniobra de alto riesgo. Es algo que no se ha
hecho nunca, pero que es muy común en la exploración espacial: probar
por primera vez.
¿Cuándo se empezará a divulgar la información recibida?
Estimamos que a finales de agosto la información científica, pero
desde la inmersión se irán publicando imágenes en la web de la Nasa y de
la misión. A bordo de la nave hay una cámara que tiene específicamente
propósitos educacionales.
Todo esto hará de Júpiter el planeta del año, como lo fue Plutón en el 2015…
Son misiones de tan largo plazo que toman años y décadas para
recaudar sus frutos. Antes, todos estos planetas eran puntitos de luz en
el cielo y hoy en día tenemos imágenes de tan alta resolución y, en
algunos casos, más información de la que tenemos de nuestro propio
planeta, como ocurre con Marte. Es lindísimo ver cómo el conocimiento de
la humanidad va avanzando y por eso digo siempre que la exploración
espacial es una de las mejores muestras de cómo la humanidad, trabajando
junta, en paz, puede lograr hazañas más allá de lo imaginable.
Tomado de: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/entrevista-con-adriana-ocampo-uria/16619547
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